Tres individuos salieron de un coche y golpearon al padre de un jugador con una barra de hierro o un palo, según la versión que se oiga. En fútbol-sala, un insulto a la madre de un jugador provocó una reacción en cadena que acabó en una pelea.
Domingo negro para el deporte base en la comarca de Cartagena. Uno más. Dos partidos, uno de fútbol juvenil y uno de fútbol sala cadete, acabaron con lamentables agresiones entre padres, la intervención de la Policía Nacional y la presencia de ambulancias en dos recintos deportivos diferentes. Muy grave fue lo sucedido en la puerta del Mundial 82, en el cartagenero barrio de San Ginés, casi una hora después de acabar el San Ginés-Ciudad Jardín (0-4), de la Liga Nacional de juveniles. Allí, el padre de un jugador del Ciudad Jardín fue agredido brutalmente por el familiar de un futbolista del San Ginés. Mucho antes, al acabar el partido, el muchacho del San Ginés, con el número 4, había tumbado con un fuerte puñetazo al chico del Ciudad Jardín, que llevaba el número 15 en la camiseta.
Las versiones: La familia del padre agredido, que prefiere no citar su nombre “por seguridad”, asegura que al salir del Mundial 82 tres individuos (dos hombres y una mujer) salieron de un todoterreno que estaba allí aparcado y uno de ellos golpeó varias veces en la cabeza con una barra de hierro al padre del dorsal número 15 del Ciudad Jardín juvenil. En el San Ginés cuentan que la agresión no se llevó a cabo con una barra de hierro, sino con un palo y que el agredido fue golpeado en la espalda.
Sea como fuere, el padre de este juvenil del Ciudad Jardín fue trasladado al servicio de Urgencias con una brecha en la cabeza. Tras ser curado y atendido, le dieron el alta por la noche y nada más salir del hospital acudió a Comisaría a presentar la correspondiente denuncia contra su agresor. Fuentes del Ciudad Jardín indican que éste está identificado, pero ni ha sido detenido ni ha pasado por Comisaría.
Lo que pasó en el campo: “Acabó el partido y los jugadores se fueron al centro del campo a saludarse. Todos son de Cartagena, se conocen y muchos son amigos. Pero hubo uno del San Ginés que se echó a un lado y le dio un puñetazo a un jugador nuestro [ahora milita en el Ciudad Jardín y hace unos años estuvo en el San Ginés]. El golpe le hizo caer al suelo y el padre, que estaba en la banda, salió a defender a su hijo. Allí se formó un revuelo importante, pero al final todo el mundo se marchó al vestuario y ahí acabó la historia”, explica un portavoz del Ciudad Jardín.
“Hubo un problema entre dos jugadores justo al terminar el partido. El padre de uno de ellos saltó al terreno de juego y entre todos logramos calmar al personal. Lo gordo pasó en la calle, fuera del Mundial 82. No vi nada y hay un montón de versiones. Parece que este mismo padre fue agredido con un palo. Yo estaba en las oficinas y cuando salí y comprobé el lío que había, llamé yo mismo a la policía. Vino una ambulancia y se llevó al herido”, cuenta el presidente del San Ginés, José Agustín Fernández.
Ninguna de las dos partes señala que desde antes de comenzar el partido se vivía un “ambiente enrarecido y casi bélico”, tal y como confesó ayer a este periódico un padre del Ciudad Jardín. Ni tampoco hablan del enfrentamiento dialéctico entre los dos entrenadores en el primer tiempo. El local fue incluso expulsado por el árbitro.
Además, al acabar el partido, mientras los chicos del equipo visitante cantaban “¡Ciudad Jardín, Ciudad Jardín!” dentro de su vestuario, el presidente del San Ginés y algunos de sus directivos tuvieron que bloquear la puerta del vestuario visitante para que algunos exaltados que pululaban por la zona no entraran al mismo.
El presidente del San Ginés defiende a su club: José Agustín Fernández está consternado. «Lo que pasó el domingo fue muy triste, pero no voy a consentir que sigan los ataques contra mi club y contra el barrio de San Ginés. Que nadie diga más que somos gentuza, porque todo sucedió en la calle y nosotros pusimos todos los medios para atajar la pelea», recuerda. Sobre el futbolista de su equipo juvenil que inició la pelea al pegar un puñetazo a un rival, Fernández apunta que «antes de tomar una decisión sobre si sigue o no en el club quiero escuchar su versión».
Al coincidir este año cinco equipos de Cartagena en la competitiva Liga Nacional de juveniles, hay quien dice que la tensión entre clubes vecinos se está convirtiendo en insoportable. Fernández lo niega. «Nosotros, hasta ahora, nos hemos llevado bien con el Ciudad Jardín. Y con los demás equipos de Cartagena. Yo creo que este pique venía de la calle y nada tiene que ver con nosotros», opina. De hecho, los protagonistas de la historia se conocen desde que tenían 4 años.
Y más en fútbol-sala: También hubo incidentes graves este domingo en el Polideportivo municipal de San Pedro del Pinatar, en un partido de cadetes de la Liga regional de fútbol sala entre el Pacote y el Librilla (5-2). “El partido estuvo caliente desde el primer tiempo, el árbitro no pitaba nada y al final hubo una pelea entre padres en la grada”, cuenta el entrenador del Pacote, Suso Álvarez.
“En el primer tiempo, tras marcar nosotros el tercer gol, ellos no querían sacar de centro y un jugador suyo escupió a uno nuestro. Le dije a mis jugadores que no entraran en provocaciones”, explica Álvarez. “Cuando quedaban unos segundos para el final, una madre del otro equipo insultó a una aficionada de aquí y el marido de esta señora le dio un fuerte golpe en la nariz a nuestro entrenador de juveniles, que se metió en la pelea para separar”, añade el técnico del equipo cadete del Pacote.
La historia que cuentan en el Librilla es distinta: “Fue un partido muy caliente. Un aficionado local insultó a una madre de nuestro equipo, que estaba en la grada. El marido salió a defenderla y en la pelea hubo puñetazos. No lo tenemos confirmado, pero parece que hubo un directivo del Pacote que pegó al padre de un jugador nuestro”, dice el director deportivo del Librilla, Salvador Provencio. En el Pacote matizan que el entrenador de su equipo juvenil se metió en la pelea “solo para separar” a los implicados y que fue él quien recibió un golpe en la nariz.
Fuente: laverdad.com